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Los orígenes de la iglesia del monasterio como santuario dedicado a la Virgen de Guadalupe tiene una estrecha relación con el reinado de Alfonso XI.
Hubo un monje llamado Diego de Écija que escribió una crónica del monasterio entre los años 1467-1534 con el título de Libro de la invención de esta Santa Imagen de Guadalupe y de la erección y fundación de este monasterio; y de algunas cosas particulares y vida de algunos religiosos de él.nota Según fray Diego, el origen fue una capilla o eremitorio que se levantó a raíz de la aparición de la imagen a un pastor de nombre desconocido, en los albores del siglo XIV. Siglos después, en 1743, el monje llamado Francisco de San José puso nombre al pastor de la leyenda identificándolo con Gil Cordero de Santa María, uno de los primeros pobladores del lugar. Siguiendo la narración del cronista, sobre el sitio del humilde eremitorio se levantó una iglesia pequeña en los primeros años del siglo XIV; fue el edificio que conoció el rey Alfonso XI en 1330 y que por entonces ya estaba ruinoso. El rey mandó agrandarlo y ampliarlo para que se trasformara en un templo digno de la devoción de la Virgen de Guadalupe, con el añadido de hospitales para los numerosos peregrinos que allí acudían. En seis años se hicieron las ampliaciones y arreglos oportunos bajo la supervisión de Toribio Fernández que era el procurador del cardenal Pedro Gómez Barroso. Para su reconstrucción se aplicó el estilo mudéjar toledano.
A raíz de la victoria obtenida en la batalla del Salado, el rey Alfonso XI visitó de nuevo el lugar para ofrecer a la Virgen de Guadalupe su agradecimiento. Esta segunda visita tuvo una importante repercusión en el devenir del santuario. El rey hizo donación de varios trofeos obtenidos en la batalla y además dictó un real privilegio en 25 de diciembre de 1340 en el que se exponían dos peticiones a la autoridad eclesiástica: la creación de un priorato secular y la declaración de patronato real. La respuesta no se hizo esperar y el 6 de enero de 1341, el obispo de Toledo Gil Álvarez de Albornoz redactó un documento por el que se instituía el priorato secular de Santa María de Guadalupe y se reconocía el patronazgo en la figura del rey y de sus sucesores. A continuación el rey propuso como primer prior al cardenal de Curia y Corte Pedro Gómez Barroso, que fue también obispo de Cartagenaen 1326. Este cardenal fue el principal custodio del santuario. Por su intervención, Alfonso XI mandó que se establecieran los límites, en una carta escrita en Illescas en 1337. El siguiente paso fue el amojonamiento de la puebla y el santuario tras lo cual quedó Guadalupe independiente y emancipada de Talavera de la Reina.
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| The origins of the monastery church as a shrine to the Virgin of Guadalupe has a close relationship with the reign of Alfonso XI. There was a monk named Diego Ecija who wrote a chronicle of the monastery between the years 1467 to 1534 under the title Book of the invention of this holy image of Guadalupe and the erection and foundation of this monastery; and some particular things and life of some religious él.nota According to Fray Diego, the origin was a chapel or hermitage that arose following the appearance of the image to an unnamed minister in the early fourteenth century. Centuries later, in 1743, a monk named Francisco de San José he named the pastor of the legend identifying it with Gil Cordero de Santa María, one of the first settlers. Following the narrative of the chronicler, on the site of humble hermitage a small church was built in the early fourteenth century; the building was met King Alfonso XI in 1330 and by then it was ruined. The king sent enlarge and expand to be transformed into a living temple of devotion to the Virgin of Guadalupe, with the addition of hospitals for many pilgrims who went there. In six years the extensions and timely arrangements under the supervision of Toribio Fernandez who was the attorney of Cardinal Pedro Gomez Barroso made. To rebuild the Toledo Mudejar style was applied. |
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Die Ursprünge der Klosterkirche als Schrein der Jungfrau von Guadalupe hat eine enge Beziehung mit der Herrschaft von Alfonso XI.
Es war ein Mönch namens Diego Ecija, die eine Chronik des Klosters in den Jahren 1467 bis 1534 unter dem Titel Buch der Erfindung dieses heiligen Bild von Guadalupe und die Errichtung und den Grundstein des Klosters schrieb; und einige bestimmte Dinge und das Leben von einigen religiösen él.nota Nach Fray Diego, der Ursprung war eine Kapelle oder Kapelle, die nach dem Erscheinen des Bildes auf einem unbenannten Minister in der frühen vierzehnten Jahrhundert entstanden. Jahrhunderte später, im Jahre 1743, ein Mönch namens Francisco de San José nannte er den Pfarrer der Legende identifiziert sie mit Gil Cordero de Santa María, einer der ersten Siedler. Nach der Erzählung von der Chronist, auf dem Gelände des bescheidenen Einsiedelei eine kleine Kirche wurde im frühen vierzehnten Jahrhundert; das Gebäude wurde König Alfons XI im Jahr 1330 getroffen, und da war es ruiniert wurde. Der König schickte zu vergrößern und zu erweitern, um in einen lebendigen Tempel Verehrung der Jungfrau von Guadalupe umgewandelt werden, mit dem Zusatz von Krankenhäusern für viele Pilger, die dort waren. In sechs Jahren die Erweiterungen und rechtzeitig Vorkehrungen unter der Aufsicht von Toribio Fernandez, die der Anwalt von Kardinal Pedro Gomez Barroso war gemacht. So erstellen Sie das Toledo Mudejar-Stil angelegt.
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| Les origines de l'église du monastère comme un sanctuaire dédié à la Vierge de Guadalupe a une relation étroite avec le règne d'Alphonse XI. Il y avait un moine nommé Diego Ecija qui a écrit une chronique du monastère entre les années 1467 1534, sous le titre Livre de l'invention de cette sainte image de Guadalupe et l'érection et la fondation de ce monastère; et certaines choses et de la vie de certains él.nota religieuse Selon Fray Diego particulier, l'origine était une chapelle ou ermitage qui a surgi suite à l'apparition de l'image à un ministre sans nom au début du XIVe siècle. Des siècles plus tard, en 1743, un moine nommé Francisco de San José il a nommé le pasteur de la légende identifiant avec Gil Cordero de Santa María, un des premiers colons. Après le récit du chroniqueur, sur le site de l'humble ermitage une petite église a été construite au début du XIVe siècle; le bâtiment a été rencontré le roi Alphonse XI en 1330 et d'ici là il a été ruinée. Le roi envoya agrandir et d'élargir à être transformé en un temple vivant de la dévotion à la Vierge de Guadalupe, avec l'ajout des hôpitaux pour les nombreux pèlerins qui y sont allés. En six ans, les extensions et les arrangements en temps opportun, sous la supervision de Toribio Fernandez, qui était l'avocat du cardinal Pedro Gomez Barroso fait. Pour reconstruire le style mudéjar de Tolède a été appliquée. |
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